Peter está un poco consternado al saber que los libros lo han retratado como travieso.
Bea luego recibe una carta por correo de un editor que quiere distribuir sus libros.
Nigel presenta su plan de marketing hacia los conejos, que pinta a Peter como una mala semilla.
Pero se hace evidente que este es el plan de Nigel de todos modos, ya que es conocido por convertir conceptos simples en algo para una audiencia más comercial y contemporánea.
Barnabas logra liberarse a sí mismo y a Peter con la ayuda de su tripulación: el ratón Samuel Whiskers, el espeluznante gato Tom Kitten y su hermana Mittens.
Todos se van a la ciudad con la comida después de asaltar el frigorífico.
Mientras tanto, Thomas y Bea se reencuentran con Nigel para repasar los diseños de los conejos.
Tiggy-Winkle, Jemima Puddle-Duck, Jeremy Fisher, Pigling Bland, Felix D'eer y Tommy Brock para llevar a cabo su atraco.
Peter, Benjamin y las hermanas luego van al escondite de Barnabas, donde cambian las tornas atando a Barnabas y su equipo a cuerdas para que todos sean arrastrados cuando el dueño de la sastrería cercana se vaya en su camioneta.
En la segunda escena de los medios-créditos, el gallo y sus hijos descubren su propósito en la granja.