[7] Monast declaró haber sido perseguido por autoridades debido a su participación en la publicación de información clasificada.
Este misionero del espionaje internacional, conocido también por sus alias (Antonio López, Toledovsky, Jason), se encuentra aún activo según el libro que escribió Vladimir Ktchinesti titulado Los hombres sin cara, que prohibiera la extinta KGB de Rusia.
Este espectáculo de luces, dice el autor, se ve ocasionalmente incluso ahora en referencia a objetos voladores no identificados.
Argumenta que tales ondas, producidas por satélites, serían alimentadas por ordenadores que guardarán bases de datos de considerable tamaño con información sobre el ser humano referente a sus culturas, ideologías, políticas, costumbres, idiomas, etc.
Estas ondas se entrelazarían con los procesos naturales del pensamiento para así formar lo que los teóricos de conspiración denominan "charla artificial".
Las ondas (frecuencias) usadas en ese momento permitirían a las fuerzas sobrenaturales viajar a través de cables de fibra óptica, cables coaxiales y líneas telefónicas para penetrar en todos los equipos electrónicos y aparatos que, para ese entonces, tendrían todos un microchip especial instalado.