Jardí fue director del observatorio Fabra y como director del Servicio representó a la organización catalana en las reuniones de la Conferencia Internacional de Directores de Servicios Meteorológicos, consiguiendo con los trabajos llevados a cabo, un alto prestigio internacional.
Esta altura se graba con una pluma que se mueve verticalmente, accionada por un flotador, marcando así en el papel la cantidad de lluvia respecto al tiempo (la cartulina del tambor suele ser para un día).
Cuando empieza a llover, mientras el tambor va girando, el agua que cae en el interior del embudo, llega al recipiente y levanta el flotador... la pluma marcará por lo tanto una elevación en la vertical.
Si la lluvia que cae no varía, el nivel del agua en el recipiente se mantiene constante y la pluma marca una línea más o menos horizontal, proporcional al agua que está cayendo.
Si disminuye la lluvia repentinamente, se vacía el recipiente haciendo bajar rápidamente el flotador, lo que corresponde a una línea de fuerte pendiente que puede llegar hasta abajo del todo en el gráfico, si deja de llover.