Rebeca era muy hermosa (de ahí viene su significado) pero exhibía una gran sencillez.
Rebeca, también fue la madre de los gemelos Esaú y Jacob, siendo este último su elegido.
El criado hizo lo que le pidió su amo y encontró a Rebeca.
Después se la llevó a la tienda de su madre, Sara, para casarse con ella.
Toda su historia está registrada en el libro de Génesis capítulo 24.