A los votantes se les preguntó si estaban a favor de una mayor autonomía dentro de Ucrania, si los residentes deberían tener doble ciudadanía rusa y ucraniana, y si los decretos del Presidente de Crimea deberían tener el estatuto de leyes.
Todas las tres propuestas fueron aprobadas por los votantes de Crimea.
Sin embargo, el Parlamento de Ucrania dictaminó que la declaración era ilegal, y dio al Consejo Supremo la fecha límite del 20 de mayo para rescindirlo.
Aunque el Consejo Supremo cumplió la orden el 22 de mayo, el referéndum solo fue pospuesto, pero no cancelado.
Aunque la Comisión Electoral Central de Ucrania y el presidente ucraniano Leonid Kuchma declararon ilegal este referéndum, el mismo siguió adelante.