[1][2] Normalmente, en el repaso espaciado no se realiza una simple relectura, sino que pretende ser un tipo de aprendizaje activo, al obligar que la persona reaccione a preguntas o a estímulos.
[3] Ebbinghaus describió el olvido como un fenómeno natural que ocurre con el tiempo cuando la información no se repasa o revisa regularmente.
Además, estableció la famosa curva del olvido, que muestra cómo la memoria decae con el tiempo si no se refuerza mediante repasos adecuados.
Conforme se va consolidando la huella memorística, los intervalos entre los repasos pueden aumentar gradualmente, aprovechando el fenómeno psicológico de la curva del olvido.
[6] Se ha observado que, en general, los patrones de repaso y la eficacia del repaso espaciado son consistentes entre individuos, independientemente de las diferencias en el cociente intelectual.