Es un arbusto dioico, de aspecto cytisoide o retamoide, con numerosas ramas estriadas longitudinalmente.
Las hojas son lineares, lanceoladas, coriáceas, persistentes, aunque a veces caedizas.
Forma parte de matorrales mediterráneos que sustituyen a quejigares, alcornocales y encinares.
Es una planta muy valiosa para los pájaros por sus bayas y la alimentación de los animales herbívoros en las zonas desérticas, como el Sahara.
Por el sur llega hasta el Sahara septentrional y en los lechos de los ríos en el Ahaggar.