[3] Nacido en una familia pobre, tras sus estudios en París se convirtió en capellán del rey Luis IX de Francia.
[2] Para ayudar a los escolares pobres y eliminarles los obstáculos que él había encontrado durante sus estudios, fundó una sociedad de clérigos que vivían juntos y daban lecciones gratuitas.
Por testamento, redactado en 1270, legó todos sus bienes a la Sociedad de la Sorbona.
[17] La Sorbona también acogía a estudiantes no becados como asociados (socii non bursales), quienes debían tomar los mismos exámenes y realizar los mismos ejercicios que los becarios.
Roberto de Sorbón quiso que todo sea gestionado y regulado por los socios (socii), que son iguales y no tienen superior ni principal.
Ha desempeñado un papel importante en los procesos de difusión y validación del conocimiento así como en la biblioteconomía.
Roberto de Sorbón, que vivía cuando se fundó el colegio de la Sorbona, puso a disposición su propia biblioteca personal.
[17] La Sorbona, inicialmente concebida como una residencia de estudiantes pobres, que proporcionaba alojamiento y comida a los estudiantes de teología, la vocación del colegio, según su fundador, era proporcionar a la iglesia buenos predicadores.
[5] Tomar notas durante las clases (que se daban en latín) y durante los sermones (pronunciados en latín o en francés) formaba parte de su formación.
Muchos graduados, más tarde miembros de la Sorbona, donaron sus libros y manuscritos personales a la biblioteca del colegio.