Se matriculó en el Conservatorio de Bilbao con trece años, institución en la que tuvo como profesores a varios músicos de renombre, como Rafael Navarro (violín), Jesús Guridi (armonía), José Sainz Basabe (composición) o Armand Marsik (orquestación y dirección).
Al año siguiente, dio el salto a la dirección en la banda de Munguía.
De la mano del nuevo edil, Luis Alonso González, el compositor fomentó el desarrollo cultural del municipio en la posguerra, a la par que aumentó su repertorio desarrollando nuevas piezas, entre las que destacan numerosas marchas procesionales y obras de música religiosa como el himno a la patrona de la localidad, Nuestra Señora del Castillo Viejo o la marcha homónima.
En la ciudad coyantina, se le realizaron numerosos homenajes a su legado, como el auditorio municipal, que lleva el nombre del músico.
Tras esto se dirigió a La Coruña donde permaneció como director de la orquesta municipal entre 1947 y 1967.