Las cosechas pueden perderse o reducirse debido a desastres tales como sequías, inundaciones, heladas, granizo, incendios o vendavales, las plagas y además las pérdidas económicas o las reducciones de utilidades son comunes debido a las declinaciones cíclicas o eventuales de los precios de los productos agrícolas.
A cambio del pago de una prima o cuota periódica el agricultor puede esperar que el seguro cubra total o parcialmente sus pérdidas.
En algunos países el estado subsidia las primas en determinados casos y con ciertas condiciones.
Algunos seguros cubren el conjunto de los desastres naturales o solamente determinados eventos, como las heladas.
Los Seguro de Cosecha Multiriesgo combinan la protección contra la baja del rendimiento y precios, con la cobertura frente a la mayoría de los desastres naturales.