Abou Hassan Aref Halawi

El Shaij Abou Hassan Aref nació en el Barouk, región del Shouf, al sur del Monte Líbano, probablemente en el año 1900, y desde muy temprana edad se dedicó al estudio y meditación de la fe del Tawhid, donde utilizaba varias horas al día y retiros espirituales a colinas vecinas para poder estudiar la fe y lograr su asociación con el Absoluto, Dios.

Abou Hassan Aref tuvo la virtud de aconsejar al prójimo, además de predecir, vaticinar o profetizar hechos o acciones futuras, estos hechos y virtudes se han enriquecido con el tiempo, convirtiéndose muchas de ellas en leyendas, por lo que lo han hecho ser venerado y visitado durante su vida.

Numerosas son sus predicciones, pero las más famosas fueron cuando el presidente Emile Lahoud[3]​ quien era el mandatario del Líbano para ese momento cuando ocurrió el fallecimiento del apreciado Shaij, cristiano maronita de confesión y siendo aún un oficial de bajo rango del ejército del Líbano, fue a visitarlo para pedirle su consejo, éste al verlo la presagió que iba a ser un gran militar y Comandante en Jefe del Ejército Libanés, con el pasar de los años logró el cargo y fue de nuevo a visitar al maestro Shaij Abou Hassan Aref, y una vez frente a él, éste le reveló un nuevo vaticinio de que pronto iba a ser Presidente del Líbano, a los pocos meses así ocurrió.

Otro hecho fue cuando el aun joven Wadi Al Safi,[4]​ también de confesión cristiano maronita, fue a visitarlo y el noble Shij le predijo que iba a ser un famoso cantante, así fue, con el tiempo y hasta la fecha, Wadi Al Safi es uno de los cantantes emblemáticos del Líbano, con su hermoso canto popular y folklórico.

Pese a considerarse un líder eminentemente espiritual, su más sonada intervención en la política se produjo a mediados de los años 80, en plena guerra civil libanesa (1975 – 1990) durante la invasión israelí al Monte Líbano, el Shouf y sur libanés, en ese tiempo se produce el retiro de este ejército invasor de septiembre de 1983), dejando la región y grandes ciudades drusas en manos del ejército de la falange libanesa (kataeb), adiestrada y apoyada por Israel, los líderes drusos encabezados por los miembros del partido Takadumi Eshtiraki,[5]​ fueron a visitarlo para pedirle su orientación, consejo y autorización, para atacar las posiciones fuertemente apertrechas de este ejército irregular, con la intención de reconquistar la región drusa del Shouf, Aley y El Maten, pero cual fue el asombro de ellos, cuando el noble Shaij les pidió que atrasasen el ataque por dos días a la fecha por ellos acordada, ya que ese día decidido por ellos, iba a ser claro y soleado, y por lo tanto blanco fácil de la artillería falangista y la aviación israelí, pero si se hacía dos días después, serían protegidos por la providencia y la naturaleza, ya que iba a ser un día muy nublado y así las fuerzas drusas estarían protegidos por la neblina, asegurándose su triunfo, sin perder muchos hombres.

Con este edicto, Halawi se granjeó un gran respeto en el mundo árabe.