Sinfonía en re menor, de Juan Crisóstomo de Arriaga

En muchas programaciones o artículos se ha visto escrito Sinfonía en Re para gran orquesta (sin especificar si el modo es mayor o menor) y entre paréntesis Sinfonía a gran orquesta, c. 1824, aportando el año que anota Joaquín Pérez de Arriaga (familiar del compositor) en el catálogo publicado en Scherzo en el 2006.

Si alguien con conocimientos superficiales de análisis observa el principio y final de la sinfonía, seguramente creerá que estamos ante un claro re mayor, pero si simplemente se hubiera molestado en echar un somero vistazo a toda Según José Antonio Gómez desconocemos la fecha exacta en que Arriaga escribió su sinfonía (se enmarca aproximadamente hacia 1824) pero la primera interpretación tuvo lugar en 1888.

Actualmente, conocemos que en Estados Unidos Laurine Celeste Fox (directora de orquesta estadounidense) se encuentra trabajando en una edición propia.

[1]​ La Sinfonía es a primera vista una obra más razonada y conservadora que los Tres Cuartetos.

Se inicia el movimiento con un Adagio introductorio en Re M bastante extenso que no tiene ninguna función preparatoria auditivamente y a través de varias modulaciones nos conduce a un oscuro e inesperado Re m .

La sección del desarrollo se inicia con un nuevo tema en Sol m y gira en torno al proceso imitativo entre diferentes instrumentos de viento.

Balanceándose desde la tonalidad principal (Sol m) a Do m y Re m, el motivo principal del desarrollo vive diferentes variaciones, imitaciones, trasnposiciones y acompañamientos hasta que una sucesión de acordes de los vientos, nos conducen a la segunda parte del desarrollo en Sib M. En este punto, parte de cierta insistencia como recordatorio del segundo tema y a continuación hay un desarrollo del mismo hasta transformarlo totalmente (tonalidad de Sib M y nueva instrumentación).

La sección de desarrollo es más agitada armónicamente con reelaboraciones del material utilizado anteriormente.

El Minuetto es un movimiento de escasa duración, que sigue la estructura típica del género, según el esquema ABA.

Sigue con dos frases, contrastante y complementaria (Lab M) hasta regresar conclusivamente a Fa M. Llegamos al desarrollo central con procesos modulantes y elaboraciones polofónicas hasta volver a Re m y iniciarse la reexposición reafirmando el inicial Re m pero dando un giro al segundo tema en Re M. Se mantiene hasta el final la tonalidad de Re M, apareciendo variaciones del motivo del Adagio introductorio justo antes de la cadencia final de la obra, proporcionando unificación y redondez a la obra en su conjunto.