Asedio de Neuss

El asedio, dirigido por Carlos el Temerario contra la Ciudad imperial de Neuss, no tuvo éxito.

Carlos se vio obligado por la aproximación de un poderoso Ejército Imperial a levantar el asedio.

Para asegurar su frontera occidental, Carlos concluyó un tratado con Luis XI de Francia y luego se preparó para marchar hacia el valle del Rin; los contemporáneos sospechaban que su verdadero motivo era la eventual reconquista de toda Alsacia.

Los neusenses, a pesar de haber tenido poco tiempo para prepararse, se aprovisionaron lo suficiente como para aguantar hasta Navidad.

Carlos salió ileso, pero se extendió el rumor de que los ingleses lo habían matado, y los borgoñones enfurecidos comenzaron a masacrar a los ingleses hasta que Carlos se presentó ante su ejército.