Seqenenra Taa [1] fue el penúltimo rey de la dinastía XVII del Antiguo Egipto.
Sin embargo, el sur seguía siendo gobernado por dirigentes vasallos de origen egipcio, que resistían e incluso conspiraban contra el invasor.
Seqenenra, derrotado y muerto en combate, fue trasladado a Tebas como un auténtico héroe.
Los fieles consiguieron hacerse con el cuerpo destrozado del rey, momificarlo y enterrarlo en la necrópolis real de la época, en Dra Abu el-Naga.
Al morir también este rey en la lucha, cuando los Hicsos ya estaban confinados en el extremo noreste de sus dominios, el siguiente rey y futuro vencedor sería el niño Ah-Mose, que tutelado por su madre regente, la reina Ahhotep, conseguiría reunificar el país e inaugurar la más importante de las etapas del Antiguo Egipto, el denominado por los modernos historiadores Imperio Nuevo de Egipto.
También se ha revelado que su embalsamamiento por su sofisticación, algunas de las heridas en el cráneo habían pasado desapercibidas porque fueron cubiertas y disimuladas con emplastos de lino, se tuvo que haber llevado a cabo en el taller real.