Félix Adán llegó desde España, a radicarse en Talcahuano, en 1960.
El terreno, frente a la plaza El Ancla, cobijó antiguamente una compraventa de fierro, la que fue demolida por Félix Adán, quien primero pensaba arrendar el espacio.
Los gestores afirmaron que los estudios previos a la obtención de permisos de construcción del terminal, como los que demuestran que el tránsito no se verá afectado y otros de tipo ambiental, están hechos.
Luego se contrató la edificación con la Constructora Santa Ana, la que está realizando el movimiento de tierra en Almirante Juan José Latorre 8.
Un equipo de profesionales apoyó a Félix Adán, entre ellos el arquitecto Rodrigo Burgos y en la gestión inmobiliaria Conrado Fuentes.