Para otros viene de la palabra francesa antigua tumer, que significaría "caer" o "girarse".
No obstante, la primera mención de este nombre es del siglo XI.
En su Summa Lacticiniorum (1477), el experto en productos lácteos Pantaleone da Confienza describe la producción de un queso llamado caseus mordavicus, parecido al actual toma.
Las características del queso se fijaron mediante decreto en los años 1964 y 1977, siendo reconocido como denominazione di origine italiana en 1993 y como DOP por la Unión Europea en 1996.
También puede utilizarse para cocinar, en salsas y guisos, pues es un queso que funde fácilmente.