Se sitúa en la denominada peña Caída, dominando el valle del río Matayeguas por su orilla izquierda.
Como otros muchos en Castilla, quedó deshabitado en el siglo XVI debido a la peste.
Tras un litigio entre Aldeanueva de Guadalajara y Atanzón por el reparto de sus tierras, en 1751 se resolvió que los escasos vestigios quedaron en jurisdicción de Aldeanueva de Guadalajara .
Los restos de Centenera de Suso que quedaron los especifica el historiador Juan Catalina García López como los restos de una iglesia que estuvo dedicada San Marcos.
[1] Si bien, otro historiador, Antonio Herrera Casado estudió los restos y concluyó que no corresponden a iglesia alguna sino a una torre rectangular y a un pequeño recinto adosado.