Las actividades sexuales masoquistas pueden efectuarse a solas (mediante el onanismo) o en compañía de un partenaire sexual El manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, DSM V cataloga el masoquismo como una parafilia con el código F65.5 [302.83].
[1] Entre los actos sexuales que realiza la persona masoquista están la sumisión física (estar atado), la sumisión sensorial (estar vendado), el recibir golpes, palizas, palos, latigazos, cortaduras, descargas eléctricas, cortes, pinchazos, laceraciones y perforaciones.
El individuo puede tener el deseo de ser tratado como un niño pequeño y ser vestido con pañales («infantilismo»).
[2] Los criterios diagnósticos para el trastorno de masoquismo sexual según el DSM son:[1] El estímulo puede ser altamente específico.
No consultan a menos que su comportamiento les ocasione problemas con su pareja sexual o con la sociedad.
[4] Para Sigmund Freud, el masoquismo sexual está vinculado a experiencias tempranas de vida, conflictos internos y dinámicas psicológicas inconscientes.
Lo definía como masoquismo erógeno cuando el dolor físico y el sufrimiento o la humillación se asocian directamente con la excitación sexual.
[12] Rosemary Gordon, en su artículo Masochism: the shadow side of the archetypal need to venerate and worship, postula una necesidad arquetípica de venerar y adorar que puede estar oculta en la sombra y distorsionada en prácticas como el masoquismo sexual.