Estas personas tienen un patrón de déficit social o interpersonal, lo cual les produce un gran malestar e incomodidad al relacionarse socialmente, suelen ser consideradas personas extrañas o inusuales.
Aunque tienen cierta relación ya que este trastorno aparece con más frecuencia en personas con familiares esquizofrénicos, la diferencia fundamental es que las personas con trastorno esquizotípico de la personalidad no presentan alucinaciones y delirios (no hay desconexión con la realidad).
Un patrón general de déficit sociales e interpersonales asociados a malestar agudo y una capacidad reducida para las relaciones personales, así como distorsiones cognoscitivas o perceptivas y excentricidades del comportamiento, que comienzan al principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos, como lo indican cinco (o más) de los siguientes puntos: B.
Beck y Freeman (1990) establecen un tratamiento para abordar el TETP basado en cuatro estrategias fundamentales.
Mejorar la aptitud social a través del entrenamiento de habilidades de socialización, usando estrategias conductuales (role play) y cognitivas; el último es la identificación del pensamiento automático y las suposiciones subyacentes sobre las interacciones con los demás.