Fue fraile franciscano en Génova hacia el año 1273, y de su convento lo enviaron a París, donde prosiguió sus estudios durante casi diez años, transcurridos los cuales regresó a Italia, donde se encontró con Juan de Parma que era el superior de los franciscanos espirituales.
Reprendido por sus ideas, fue obligado a retirarse a una abadía en donde redactó Arbor vitae crucifixae Jesu Christi, obra en la que quedaba reflejada la doctrina que predicaba.
Entonces dejó la orden y pidió permiso para retirarse a un convento benedictino, pero como no cesaba en su empeño, fue finalmente excomulgado por el papa Juan XXII, después de lo cual Ubertino huyó probablemente a Alemania bajo la protección de Luis IV de Baviera, quien lo acompañó camino a Roma en 1328.
Algunos suponen que dejó los Benedictinos en 1332 para ingresar en la Cartuja, aunque esto no es verídico.
Su obra literaria y teológica más importante es el citado "Arbor vitae", que fue impresa sólo una vez en Venecia en 1485 y de la cual se conocen apenas trece manuscritos.