Valeriano de Abbensa

Valeriano de Abbensa fue obispo de Abbensa (África proconsular) y es venerado como santo por las iglesias católica, ortodoxa, y luterana.

[1]​ El Martirologio Romano relata que Valeriano fue víctima de los gobernantes vándalos, que sacaron de su residencia al octogenario obispo y lo tuvieron expuesto a la intemperie por haber rehusado entregar los santos cálices.

[1]​ En su política interna, el rey vándalo Genserico toleró en algunos momentos el catolicismo,[3]​ si bien exigió la conversión a la doctrina arriana, que profesaba, a sus consejeros más cercanos y procedió a numerosas confiscaciones de bienes de la Iglesia.

Fue en este ámbito en el que a Valeriano se le exigió la entrega de los utensilios sagrados de la iglesia a lo que se negó repetidas veces.

Tú, Señor, que concediste a San Valeriano el don de imitar con fidelidad a Cristo pobre y humilde, concédenos también a nosotros por intercesión de este santo, la gracia de que, viviendo fielmente nuestra vocación, tendamos hacia la perfección que nos propones en la persona de tu Hijo.