Otra persona, James Lockyer también encontró material al igual que Paul Farrell, acumulando hasta las 4 vértebras recuperadas.
[3] Más material potencial ha aparecido desde su descubrimiento original perteneciente a colecciones privadas.
Además, se determinó que el material encontrado pertenecía a un individuo debido a su ubicación general, tanto en el tiempo como en el espacio, y la similitud común entre las cuatro vértebras, teniendo en cuenta la textura y el tamaño total.
[1] El análisis anatómico comparativo muestra que este taxón comparte características homoplásticas con los megalosauroides, carcarodontosáuridos y algunos celurosaurios, pero no se puede colocar de manera confiable más allá de Tetanurae incertae sedis, aunque tiene suficientes autapomorfías como para ser considerado un género válido.
[3][6] Como el material recuperado es muy fragmentario, no está muy claro dónde se encuentra este animal en términos de su taxonomía.