En los años anteriores participó indirectamente exportando petróleo para los Aliados de la Segunda Guerra Mundial.
En su discurso presidencial, Medina Angarita arrastraba una leyenda negra sobre su posible simpatía por el fascismo y su inclinación por Benito Mussolini.
Venezuela ante las acciones bélicas del Eje se alinea y coopera de manera más activa con el bando aliado.
A raíz de esto, el gobierno venezolano eliminó las trabas legales que impedían la actuación de los partidos políticos modernos como el Partido Comunista de Venezuela y Acción Democrática, debido que en ese momento, a escala internacional, los enemigos principales eran el nazismo y el fascismo.
Venezuela mantuvo una relativa neutralidad hasta los últimos años de la guerra, cuando finalmente le declara la guerra a Alemania y al resto de los países del Eje.
Esto trajo consecuencias graves: en Puerto Cabello, buques alemanes e italianos fueron incendiados por sus propios capitanes en diciembre de 1941 porque el alto mando le dio la orden de destruirlos si fuera necesario.
[1] La segunda de estas razones fue que varios submarinos alemanes que cruzaban el mar Caribe se encontraban en su camino con buques o pequeñas embarcaciones provenientes de Venezuela.
Los submarinos alemanes hundieron buque petrolero venezolano Monagas y destruyeron una refinería en Aruba.