Hay varias teorías al respecto de su significado: por un lado se cree que delimitaban terrenos dedicados al pastoreo; por otro, que pudieran tener un significado místico o religioso, concretamente el culto a los muertos o ritos funerarios (esto se debe a que varios están emplazados en caminos a necrópolis, y algunos tienen grabadas inscripciones funerarias latinas de la época romana), o el culto a la fertilidad (ver Atégina) o incluso ser exvotos.
Cuando están bastante deformes debido al paso del tiempo, no queda la figura perfectamente definida y puede fácilmente tomarse por diferentes animales.
Por lo que afecta a la representación de sus diferencias sexuales, se han documentado machos y hembras.
Cuando tienen la forma y el tamaño de un toro, se les llama toros de piedra, aunque la palabra verraco significa «cerdo padre».
Se encuentran otros muy semejantes en lugares tan apartados como Polonia.