El Papa Juan Pablo II (1978-2005) emprendió más viajes apostólicos que todos sus predecesores juntos.
Pablo VI (1963-1978), Benedicto XVI (2005-2013) y Francisco (2013-) también viajaron a nivel mundial.
Durante siglos, los Papas permanecían principalmente en los Estados Pontificios concentrando ahí sus funciones.
El Papa Ponciano (230-235) murió exiliado en Cerdeña, pero renunció a su pontificado antes de abandonar la ciudad.
[7][8] El siguiente papa en visitar Francia fue Urbano II (1088- 1099), que celebró sínodos en Amalfi, Benevento y Troia, viajando posteriormente a Valence y Le Puy en su camino al Concilio de Clermont en Clermont-Ferrand (1095), donde convocó la Primera Cruzada.
Ningún papa había visitado las fronteras de la Alemania moderna durante 150 años.