Condecorado con el Premio Nacional de Arquitectura en 2000.
[3] Estaba casado con Carmen Foxley Rioseco, profesora de literatura, con la que tuvo cinco hijos.
Desde pequeño se interesó por los pasajes, calles, recovecos y formas de la ciudad puerto.
Sus estudios primarios y secundarios los cursó en el colegios de los Sagrados Corazones (Padres Franceses) de Valparaíso y Viña del Mar.
En 1957 comenzó a trabajar en Santiago con el arquitecto Alejandro Cross, en el diseño y montaje de la industria de Hormigones Livianos Sihl Pumex, de propiedad de Betteley y Cía.