Vigdís Finnbogadóttir

Participó entre los años 1960 y 1970 en numerosas protestas contra la presencia militar estadounidense en Islandia y contra la permanencia de Islandia en la OTAN(organización del tratado del Atlantico norte).

También enseñó por un tiempo en la Universidad de Islandia y la RÚV, la televisión estatal islandesa.

Defiende a modo personal la diversidad lingüística, los derechos de la mujer, la ecología y la educación.

Después de mucha persuasión Vigdís aceptó competir contra tres candidatos masculinos.

Fue elegida por escaso margen con el 33,6% del voto nacional, mientras que su rival más cercano obtuvo el 32,1%.

Aunque la presidencia islandesa es en gran parte una posición ceremonial, Vigdís tomó un papel activo como activista ambiental promoviendo un programa de reforestación de Islandia, con los derechos de las mujeres, y en la lucha por la lengua y la cultura islandesa actuando como embajador cultural al promover su país.

En una encuesta nacional en 2005 fue elegida com una de las mejores figuras políticas, incluso por delante del entonces presidente Ólafur Ragnar Grímsson.