Formentera (vino)

El cultivo de la viña seguramente continuó hasta el siglo XIV, momento en que la isla de Formentera quedó totalmente despoblada debido a la peste negra, y por lo tanto se abandonó también este cultivo.

En el siglo XVIII se inicia un movimiento migratorio de ibicencos hacia Formentera, dando lugar a la segunda y definitiva repoblación.

Además de elaborar vino, hay que destacar que Juan Riera Mayans embotellaba y comercializaba sus vinos en la isla de Formentera, e incluso llegó a comercializarlos en la vecina Ibiza.

El Pla, que conecta el Cap de Barbaria con La Mola, está constituido por formaciones dunares, muchas de ellas fosilizadas, entre las que se forman pequeños valles.

Formentera está configurada únicamente por materiales postorogénicos (Mioceno superior y Cuaternario).

Las lluvias son escasas y con dos máximos en el mes de octubre.

En la fase olfativa predominan los aromas primarios, especialmente a fruta madura: fresas o grosella y a fruta en compota: ciruela o higo.

En boca son vinos robustos, con cuerpo, tánicos, bien estructurados y equilibrados.