Muchas son las antiguas referencias de este vino, pero tal vez una de las más significativas fue con motivo del pacto de vasallaje del año 1231, en que las autoridades musulmanas obsequiaron con vino a los embajadores del Rey Jaime I.
Por otro lado las enfermedades de la viña, en particular la filoxera, afectaron muy negativamente la producción.
A pesar de ello, a finales del siglo XIX, de acuerdo con los datos citados por el Archiduque Lluís Salvador, la viticultura era una actividad importante.
A principios del siglo XX la producción de vino se destinaba principalmente al autoconsumo, hasta que en los años 80 en Mercadal se inició un proyecto vitivinícola moderno, con cepas especialmente seleccionadas y con una nueva tecnología vinícola.
En boca son vinos redondos, de dimensión media, bien estructurados y equilibrados.