Se debe estar seguro de que las tuberías de los hornos y en general todos los equipos resistirán operar a temperaturas más altas que lo "normal", y se debe monitorear constantemente las bombas de fondos para evitar un sobrecalentamiento.
Estos compuestos ayudarán al flujo ascendente de gases a través de la columna, ayudando a evitar la inundación del fondo y por consiguiente originando el descontrol térmico de la columna por un sobrecalentamiento.
Llevar a cabo algún tipo de craqueo es muy peligroso, ya que la columna no es un equipo diseñado para tal fin.
Al aumentar la temperatura de los hornos ciertas moléculas pesadas se empezarán a romper en hidrocarburos de cadena más cortas, consiguiendo con esto que la viscosidad así como la densidad del mismo cambien a tendencias un tanto más ligeras, de ahí el nombre técnico -del inglés- "visbreaking".
El enfriamiento posterior de las corrientes laterales debe ser esencial, y se realiza al igual que una destilación de topping, intercambiando calor con la carga, a manera de tener una buena integración energética.