El libro se sitúa en la ciudad ficticia de Santa Teresa, inspirada en Santa Bárbara, al sur de California, en Estados Unidos.
Grafton admite haber concebido la historia tras "fantasear" con asesinar a su exesposo mientras vivían el proceso de divorcio.
Investiga la muerte del famoso abogado matrimonial Laurence Fife.
Su asesinato ocho años atrás fue atribuido a su esposa, Nikki Fife, quien contrata a Kinsey una vez que sale de prisión para encontrar al verdadero asesino.
Kinsey conjetura que Gwen estaba teniendo una aventura con su exmarido los días anteriores a su muerte.