Cuando regresa a su departamento por la noche, su propio padre está empacando la maleta de Svetka.
Le dice a Lyudmila que Svetka está en el tejado.
Mientras abraza a Svetka, le promete que la protegerá del KGB.
Cuando termina la película, Lyudmila abraza a su hija y repite las palabras: "Lo haremos mejor".
El consenso de los críticos del sitio web dice: " ¡Queridos camaradas!
da una mirada aguda y autoritaria a un capítulo oscuro de la historia soviética que se vuelve aún más efectivo gracias a la fría furia de su director".