entre sus éxitos destacan: "Nostalgia", "Sol de mi vida", "Perico Macoña", Lejos de ti", "Hace tiempo", "El Cantante y la Orquesta", "Sabor Los Rumberos Nuevos", "Bomba Carambomba" y su célebre versión del bolero "Dos Gardenias".
En la orquesta de Ray Jay debutó como cantante cuando tuvo que reemplazar al vocalista.
Cuando sus mismos amigos y el propio Canales se vuelcan a redescubrir la música latina a través del 'tumbao' de agrupaciones jóvenes como Willie Colón, Johnny Colon, Pete Rodríguez y los Hermanos Lebrón.
En la escuela no fue muy bueno con los libros en general, pero siempre se destacó en el taller de máquinas.
Todos ellos reunidos en una modesta banda liderada por un pianista negro americano que se hacía llamar Markolino (Mark Dimond).
Canales llega en el momento en que Markolino firma con el sello Fania, y por sugerencia de su compadre Johnny Torres va al estudio a poner su voz en varios surcos de canciones que nunca había escuchado.
Se rumoró que había muerto, pero luego lo resucitan Hector Lavoe, Frankie Dante y Chivirico Dávila en las grabaciones de “Rompe Saragüey (75)”, “Por Qué Adoré (76)”y “El Quinto de Beethoven (76)”.
Después, volvió a desaparecer y revive milagrosamente en la grabación de Larry Harlow, en Miami en 1988 “Mortifica”.
Aparece en el LP de 1975 “Canales y la Orquesta Sabor”, producido para el sello Alegre por Joe Cain.
Pero esto era solo el comienzo, Canales impuso un nuevo estilo en las vestimentas salseras, su cabeza rapada, las coreografías y sobre todo su potente orquesta llena de músicos informales a la que le sumó los más excéntricos y agresivos artistas del jazz de la ciudad, libres para improvisar sobre unos mambos complicados que salían de un saxo barítono, una altísima trompeta y dos agrios trombones.