Entabló amistades con José Coronel Urtecho, Pablo Antonio Cuadra, Ernesto Cardenal, Luis Alberto Cabrales, Joaquín Pasos, Carlos Martínez Rivas, Fernando Silva y otros poetas nicaragüenses.
En 1950 asiste en Madrid, al Congreso de Cooperación Intelectual, viajando nuevamente por Europa.
Sus viajes por América y Europa, motivados por razones de salud, fueron frecuentes ya que su naturaleza enfermiza le llevó a padecer diecisiete operaciones de estómago, afecciones pulmonares, malaria, etc.
Aquí coincidirá con Ignacio Ellacuría que en 1958, en la Revista Cultural (El Salvador, julio-diciembre), le había dedicado un artículo bajo el título "Ángel Martínez, poeta esencial".
[1] En 1970 hace su último viaje a España, alojándose en casa de su sobrino en Madrid hasta su regreso al año siguiente.
Pero como señala Víctor Valembois, filólogo belga-costarricense, «su biografía resulta determinada por un triángulo: nacido en España, en 1899, de repente se ve proyectado hacia Bélgica (1932) y después súbitamente va destinado a Centro-América (1935) donde muere en 1971».
Hombre culto, que además conocía varias lenguas: inglés, con pleno dominio, francés, alemán, italiano, portugués, catalán y vascuence.
Entre sus poemas más conocidos se encuentran: "Desde la otra ribera", "Nicaragua canta en mi", "Ángel", "Sacerdote", "Sencillo y tuyo", "Mar de tierra".
Lo escribió en un viaje misionero que duró un mes, tiempo en el cual recorrió las poblaciones de los márgenes del Río San Juan predicando y administrando sacramentos.