Árboles singulares de la Comunidad Autónoma del País Vasco

Íñigo Íñiguez Arista, considerado el fundador del Reino de Pamplona (que incluía el actual territorio del País Vasco), llevaba este nombre por alusión al roble (haritz o aritz en euskera).

[2]​[3]​Encontramos los nombres en euskera de los árboles en muchos apellidos vascos: Arteaga (encinal), Arizaga (robledal), Gorostiza (acebal), Madariaga (peral), Zumarraga (olmeda), etc.[4]​ También aparecen numerosos topónimos relacionados con el nombre de los árboles.

Por ejemplo, con el del haya (pago en euskera): Faguaga, Paguaga, Fagodi, Pagogaña, Pagadi, Pagoeta, Pagamendi.

En Placencia existía un término llamado Pagobedeinkatu en el que se localiza un túmulo funerario prehistórico.

[9]​[10]​ En el País Vasco, como en otras zonas boscosas de Europa, el culto y veneración a los árboles ha sido muy habitual a lo largo de los siglos y persisten todavía prácticas rituales relacionadas con su existencia.

[11]​ A los bosques y árboles se les atribuía pensamiento racional e incluso capacidad para caminar.

[11]​[13]​ Es también muy relevante el caso del árbol de Gernika, considerado como un símbolo casi sagrado con connotaciones jurídicas, políticas y religiosas.

En la cultura vasca existe una danza conocida como zinta-dantza con diferentes modalidades y coreografías dependiendo del área geográfica.

Cavidad con árbol pintado en la Ermita de la Peña en Faido (Álava)
Zinta-dantza en Legazpia
Roble en el escudo del municipio de Urkabustaiz (Álava)
Encina de Artziniega
Santuario de Angosto.
Fresno de Santa Teodosia
Pino piñonero de Lantarón.
Sequoia de Vitoria ya seca, en 2025.
Tejo de Izarra
Roble de Ondategi
Magnolio de Vergara