Óbolo de San Pedro

Desde el siglo VIII hasta 1534 fue una contribución aportada desde Inglaterra para la Santa Sede.

Bajo el Pontificado del Pío IX, se retoma el nombre para designar una contribución voluntaria de los fieles al Papa.

[1]​ Históricamente nace tras la conversión de los anglosajones a finales del siglo VIII.

Decidieron enviar de manera estable una contribución anual al Papa.

Así nació el “Denarius Sancti Petri” (Limosna a San Pedro), que pronto se difundió por los países europeos.