Mucha gente dudaba sobre los inmensos tubos que utilizaría el órgano, en la forma propuesta por Sharp, en particular, utilizando un sistema de acción mecánico, que solo podía ser construido por él o por nadie más.
Además de su acción mecánica, el órgano se puede controlar a distancia por un sistema electrónico que le permite ser manipulado desde una consola remota.
Así, una interpretación o ejecución de una sinfonía puede ser registrada por un sistema incorporado en el teclado para ser reproducida mediante un accionamiento electrónico.
Este sistema es utilizado por los organistas para seleccionar el registro (la combinación interpretaciones) que van a utilizar, lo que les permite estar en diferentes partes de la sala y escuchar los resultados.
Sus interpretaciones están totalmente programadas y reproducidas por vía electrónica.