Los hinchas lo recuerdan, además de muy caballero, como aplicado, tenaz, inclaudicable.
[1] Una vez retirado se desempeñó por tres años (1967 a 1970), como preparador físico en las series infantiles del club albo.
El año 1971 se traslada a Melbourne, Australia, donde comienza una carrera liderando un proyecto de desarrollo deportivo con 200 niños a su cargo.
Una enfermedad poco conocida apagó su vida, falleciendo a los 59 años de edad.
Volvió a vestir la camiseta nacional en 1963, jugando contra Uruguay en disputa de la Copa Juan Pinto Duran.