También presenta una banda sonora amplia y diversa, compuesta por Kenzou Kumei, a menudo citando del repertorio operístico, que consta de tres piezas para cada uno de los ocho niveles, cada una ambientada en una parte diferente del mundo.
Los 8 Ojos tienen un poder misterioso que, en las manos equivocadas, podría provocar el fin del mundo.
El jugador controla a Orin the Falconer y su halcón luchador Cutrus.
En este punto, las joyas deben colocarse en un orden particular, o el juego se pierde.
La jugabilidad y el estilo gráfico son notablemente similares a los de Castlevania.