Se alentó la participación de Estados miembros, organismos internacionales, la sociedad civil y el sector privado, promoviendo esfuerzos coordinados a nivel nacional, regional e internacional.
En este marco, se promovieron campañas en medios de comunicación y actividades en instituciones académicas para enfatizar la importancia del agua en la salud, el desarrollo y la seguridad alimentaria.
La participación del sector privado y de organizaciones no gubernamentales fue fundamental en la implementación de estos proyectos, fortaleciendo alianzas estratégicas para financiar y desarrollar soluciones sostenibles.
Estas inversiones no solo respaldaron eventos y campañas, sino que también permitieron la implementación de proyectos a largo plazo en regiones con necesidades críticas.
Su influencia se reflejó en la consolidación de compromisos internacionales que llevaron a la proclamación del Decenio Internacional para la Acción "El Agua, fuente de vida" (2005-2015),[7] un esfuerzo global orientado a garantizar el acceso sostenible al agua y mejorar la gestión de los recursos hídricos en todo el mundo.