El año hidrológico, en hidrología, es un periodo de 12 meses a lo largo del cual se miden las precipitaciones sobre una determinada cuenca hidrográfica.
Esto es así para tener en cuenta que parte de la precipitación de otoño e invierno puede acumularse en forma de nieve y no fundirse hasta la siguiente primavera, que, en el hemisferio norte, correspondería al año siguiente.
El comienzo del año hidrológico puede variar entre una región y otra, incluso dentro de un mismo país.
Por ejemplo, en países del hemisferio norte con clima continental extremo, con veranos muy secos e inviernos lluviosos, el comienzo del año hidrológico suele darse en septiembre u octubre.
En el hemisferio sur, al contrario, puede considerarse marzo o abril.