En la mitología griega, Ascálabo (Ἀσκάλαβος)[1] también conocido en un escolio como Ambas (Ἄμβας) y Abas o Abante (Ἂβας),[2] es un personaje menor vinculado con el mito del vagabundeo de Deméter sobre la tierra en su búsqueda incansable para encontrar a Perséfone.
Ceres (Deméter), en su búsqueda incansable de su hija Proserpina (Perséfone), no cesaba desde el amanecer hasta el orto.
La diosa se sintió ofendida y le arrojó al niño parte de la bebida que aún no había consumido.
La anciana, obnubilada, no pudo hacer otra cosa más que entrar en llanto: intentó tocar el reptil, pero este se escapó y buscó un escondrijo.
Entonces el reptil tuvo un nombre adecuado a su color y un cuerpo constelado de manchas multicolores.