Están consideradas como bien de interés cultural, ya que fueron declaradas Monumento Nacional en 1924.
No hay que temer perderse porque el camino está bien señalizado y contiene cuadros explicativos.
El abrigo está vallado y se sitúa en el extremo noroeste de la mole o farallón de cuarzo con orientación sur, que es la menos castigada por la meteorología y las dimensiones son de unos 7,3 m de largo por 2,7 m de altura máxima[2] Este abrigo fue el primero que se publicó en 1916 por Cabrera y Hernández Pacheco y más tarde, en 1933, por el abate H. Breuil.
En este primer gran panel se distinguen dos fases bien diferenciadas: la primera de ellas está formada por motivos con trazos gruesos y de color anaranjado que el tiempo ha ido difuminando.
En cuanto a las propias figuras, en la primera fase los dibujos son de difícil interpretación consistiendo, fundamentalmente, en trazos horizontales y verticales y en uno de los casos, con un dibujo circular.