Abu Táhir al-Yannabi

Abu Táhir Sulaymán al-Yannabi (en árabe: ابو طاهر سلیمان الجنّابي‎, romanizado: Abū Ṭāhir Sulaymān al-Ŷannābī; 906–944) fue un caudillo militar[1]​ y gobernante del estado cármata en Baréin (Arabia oriental), quien en 930 comandó el saqueo de La Meca.

Incapaz de lograr entrar a la ciudad inicialmente, Abu Táhir clamó el uso del derecho que tienen todos los musulmanes a entrar en la ciudad y juró que iba en paz.

[5]​ Abu Sa'id empezó a predicar en contra del Islam sunita alrededor del año 890 tras haber sido instruido por su mentor Hamdan Qarmat, un kufano, de cuyo nombre deriva el de la secta cármata.

[7]​ Los cármatas pronto movilizaron un ejército y decidieron poner sitio a Basora.

[8]​ De otra parte, una segunda tradición, descrita por el polemista kufano anti-isma'ilí Abu Abd Allah Muhámmad ibn Ali ibn Rizam al-Ta'i, señala que Abu Sa'id en cambio siempre había tenido la intención de que Abu Táhir fuera su sucesor, y que había nombrado a Sa'id solo como regente.

Según esta perspectiva, Sa'id le entregó el poder a su hermano menor (que para entonces apenas si tenía diez años) en 917 o 918.

Una vez más, sin embargo, Abu Táhir asedió con éxito la ciudad, derrotando al ejército abasí.

En una de tales incursiones pudo capturar al comandante abasí Abu'l-Haija ibn Hamdun.

Abu Táhir destruyó entonces la provincia de Yazírah como una advertencia final para los abasíes y regresó a Ahsa.

Se cree también que Isfahani tenía vínculos con la ortodoxia zoroástrica establecida, en tanto el sumo sacerdote de los zoroastrianos, Esfandiar Adarbad, había sido ejecutado por el califa abasí tras ser acusado de complicidad con Abu Táhir.

Famosamente, durante la invasión sus hombres profanaron con cadáveres el pozo de Zamzam y se robaron la Piedra Negra.

Mapa de Arabia oriental y central en los siglos IX y X
Abu Tahir profanó el sitio más sagrado del Islam cuando pudo entrar a la ciudad (La Meca alrededor de 1778)