La Acción Diferida para Padres de Estadounidenses y Residentes Permanentes Legales o DAPA (en inglés: Deferred Action for Parents of Americans and Lawful Permanent Residents), a veces llamada Acción Diferida para la Responsabilidad de los Padres (en inglés: Deferred Action for Parental Accountability), fue una política de inmigración planificada de los Estados Unidos para otorgar estatus de acción diferida a ciertos inmigrantes indocumentados que han vivido en los Estados Unidos desde 2010 y tienen hijos que sean ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes legales.
DAPA fue una acción ejecutiva presidencial, no una ley aprobada por el Congreso.
[1] El programa fue anunciado el 20 de noviembre de 2014 por el presidente Barack Obama, junto con una serie de medidas de reforma migratoria que incluyen mayores recursos para el control fronterizo, nuevos procedimientos para inmigrantes altamente calificados y una expansión del programa existente de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
presentaron demandas contra el gobierno federal el 3 de diciembre de 2014, argumentando que DAPA viola la Constitución y los estatutos federales.
El 16 de febrero de 2015 se emitió una orden judicial temporal que impidió que el programa entrara en vigor mientras avanza la demanda.