Siendo el accidente aéreo militar más grave en territorio español hasta la fecha.
Cuando los pilotos vieron que la presencia de un monte en su trayectoria, intentaron esquivar la montaña pero ya estaban encima.
Pero aunque una puerta estaba abierta los paracaidistas no pudieron lanzarse.
Cuando el aparato chocó se partió en dos, deslizándose las partes del avión por el monte, quedando la cola intacta y el resto del avión calcinado.
Por la noche, efectivos de los paracaidistas españoles y americanos, así como la cruz roja y la Guardia Civil de Borja, iniciaron la búsqueda del avión.