Accidente ferroviario de Alicante de 1912

En este accidente, el tren de pasajeros número 30 de la compañía MZA (Madrid-Zaragoza-Alicante) no logró frenar a tiempo y descarriló debido a la alta velocidad a la que circulaba, atravesando el vestíbulo de la estación y terminando en la calle.

Como resultado, la estación sufrió daños significativos, cuatro personas murieron y más de treinta personas resultaron heridas.

[3]​[4]​ El tren no solo se desvió de su camino, sino que continuó su trayectoria, atravesando la estación y saliendo a la calle a través del vestíbulo.

[1]​ Según las descripciones del incidente, el tren no se detuvo al impactar contra los topes de final de vía, sino que siguió su curso, perforando muros, derribando columnas y finalmente quedando parcialmente enterrado entre los escombros en la avenida de Salamanca.

[2]​ Tras el accidente, se instauró una vía supletoria sobre el andén para facilitar la retirada de la locomotora, una tarea que se describió como extremadamente desafiante.

Locomotora encallada en las escaleras de acceso a la estación, tras haber atravesado el vestíbulo después del descarrilamiento.