Algunas palabras pueden tener dos grados de acento: el primario (aquel más prominente) y el secundario.
Todas las palabras monosílabas son tónicas (a excepción de los clíticos), las agudas suelen acabar en consonante y las llanas en vocal; las esdrújulas.
El acento secundario morfológico se puede producir en el radical de la izquierda en palabras compuestas, palabras derivadas con prefijo tónico y en los adverbios formados con el sufijo -mente.
Además, la i y la u también pueden traer diéresis que enmarca en este caso el carácter vocálico o consonántico.
El acento gráfico se escribe tanto sobre las vocales mayúsculas cómo sobre las minúsculas, cuando corresponde.