El ingeniero metalúrgico Pavel Petrovich Anosov logró copiar algunas propiedades del metal en el año 1838, cuando completaba los años de estudio dedicados al acero de Damasco empleado en las espadas.
La cementita es muy dura y quebradiza, su dureza es cerca de 640 en la escala Brinell, mientras que la ferrita es solo 200.
Esta mezcla deja los patrones tan famosos del acero damasquinado.
La cementita es esencialmente un material cerámico; esta propiedad ayuda a proporcionar un filo prolongado tan afamado de los aceros bulat y de damasco, famoso por sus navajas, cuchillos y espadas.
La cementita es muy inestable y se descompone fácilmente entre temperaturas que van entre 600-1100°C en ferrita y carbono, de esta forma hay que tener presente que este tipo de aceros pierden sus cualidades en este rango de temperaturas.