Motivado por este objetivo, exploró varias disciplinas, como baloncesto y fútbol, hasta descubrir su pasión por el salvamento acuático.
La posibilidad de salvar vidas y destacar en una disciplina poco conocida lo impulsó a entrenar con dedicación.
En un acto heroico, Hassiem distrajo al tiburón para proteger a su hermano, sufriendo heridas graves que resultaron en la amputación de su pierna izquierda.
Compitió en la prueba de los 100 metros mariposa categoría S10, donde participó en la segunda serie eliminatoria, obteniendo el sexto lugar.
En 2010, participó en varias pruebas durante el campeonato mundial: Londres marcó un momento clave en su carrera, donde logró su primer podio paralímpico: